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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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08-11-2013

 

 

¿ Nuestra "era Noske"? (*)

 

 

 

SURda

Opinión

 

Fernando Moyano

 

La escalada represiva del gobierno, las detenciones arbitrarias de militantes y abusos policiales, la vigilancia ilegal, y por último el procesamiento de varios activistas en una persecución política, coincidiendo con la aparición notoria del gatillo fácil policial (si no se trata de algo peor), han provocado una amplia indignación. Podríamos preguntarnos incluso si este último paso no ha sido demasiado para ellos (1) . Lo que más importa, sin embargo, es tratar de entender las causas de fondo de este avance represivo.

Una política no es una sociología, el propósito de la política es hacer y no simplemente explicar. Pero la acción política, si quiere construir algo, debe tomar la ciencia social como herramienta. Debemos explicar la política del gobierno, entre otras cosas, para poder definir la nuestra

No hemos encontrado en los abordajes de este tema el encuadre que quisiéramos, centrado en el marco determinante de la lucha de clases y no solamente en los episodios políticos. Una excepción es la nota de William Yohai "Un momento dramático. Es la economía, estúpido" , en Posta Porteña Nro. 1032. http://postaportenia.blogspot.com.ar/2013/09/1032-chamuyo-reo-y-canchero-con-el-que.html

El concepto que acá propongo, que estaríamos entrando en una especie de "era Noske", sin duda es exagerado. Empiezo por recordar de qué se trata

En noviembre de 1818 estalló una revolución obrera en la Alemania agotada por la guerra imperialista, al borde de la debacle. Esa revolución derroco la monarquía de Guillermo II y abrió el camino a una república burguesa muy problemática. Lo primero que vino fue un gobierno socialdemócrata que intentó contener la rebelión obrera y restaurar el poder burgués

La revolución obrera era aún vacilante y confusa, sin una conducción firme, pero la posibilidad de que se profundizase y desbordase a ese gobierno de contención, era muy grande. El gobierno socialdemócrata recurrió entonces a una feroz ofensiva contrarrevolucionaria preventiva en enero de 1919, que incluyó el asesinato selectivo de Karl Liebnecht y Rosa Luxemburgo, y mucho más. El ejecutor directo de esa política fue el ministro de defensa de ese gobierno, Gustav Noske, un socialdemócrata de derecha con amplios vínculos con el aparato militar

Ese gobierno socialdemócrata no duró. Aplastadas las diferentes oleadas inconexas de la rebelión obrera dejó de ser necesario o siquiera posible, lo sucedió un gobierno burgués republicano, luego un gobierno burgués reaccionario, luego Hitler

Como dijimos, esta comparación así planteada sería ridículamente exagerada. No podemos suponer una reproducción exacta aquí ahora de lo que pasó allá y entonces. Pero más allá de las cuestiones de grado hay algunas  grandes líneas estructurales en las que hay coincidencias preocupantes. ¿Por qué ocurren? Vamos a concentrarnos en ese problema, que en nuestra opinión presenta el enclave social característico de todo gobierno de tipo socialdemócrata.

1. CONCEPTOS SOBRE LA NATURALEZA DEL GOBIERNO

Ya hemos señalado en alguna oportunidad nuestra discrepancia con el calificativo "progresista" referido al gobierno. Quiero empezar por ahí. ¿Tenemos aquí un gobierno progresista? ¿En qué sentido?

Es cierto que podemos hablar de un perfil tibiamente progresista (no mucho, tampoco) en aspectos laterales al núcleo duro de la lucha de clases: aborto, marihuana, matrimonio homosexual, etc. En estos temas que son puntos pendientes de la agenda democrático-burguesa, el gobierno del Frente Amplio aprovecha para soltar presión social saldando el gran retraso de nuestra sociedad conservadora. Estamos de acuerdo en consagrar ¡por fin! esas conquistas, pero no bastan -porque los temas no son los más cruciales- para definir como "progresista" a este gobierno

En lo que nos referimos aquí como núcleo duro de la lucha de clases, en asegurar la continuidad del modo capitalista de producción y explotación del trabajo, el gobierno es netamente conservador . Combina su política económica regresiva con alguna política social asistencialista de la que hace mucho alarde, pero en eso no se diferencia de otros estilos de gobierno netamente burgueses.

Lo que sí caracteriza específicamente a este gobierno es su capacidad (hasta ahora) de contención de las demandas obreras y la protesta social desde adentro del movimiento popular. Une además ese control interno a un discurso de tinte populista, que hemos llamado "populismo simbólico" en el sentido de que sustituye la distribución relativa de bienestar material que caracterizó a los regímenes capitalistas keynesianos, socialdemócratas de distinto tipo, y/o populistas clásicos, por la distribución en este caso de bienes políticos aparentes

Mucho más circo que pan porque para más pan no hay con qué dentro de los límites de su política económica post-neo-liberal, eso es lo que ha caracterizado a este gobierno, y también el éxito que pudo cosechar en su estrecho margen de maniobra. Lo ha venido logrando (hasta ahora) reciclando su acervo mitológico de rebeldía

Esa capacidad se está agotando , el ciclo ha entrado en su fase de declinación. Porque la sustitución de pan por circo funciona mientras siga habiendo un mínimo de pan en el paquete distributivo; por debajo de un umbral, solo circo no resulta. Pero antes de explicar ese agotamiento y por qué se corta el chorro, veamos un poco el contexto regional y mundial

2. PÁJAROS DEL MISMO PLUMAJE VUELAN JUNTOS

El agotamiento de los gobiernos neo-liberales latinoamericanos del último tramo del Siglo XX, y de las formas tradicionales de la derecha burguesa, con el agravamiento de los problemas estructurales que provocaron, puso a las burguesías de nuestro continente ante una disyuntiva de hierro: hacer espacio a gobiernos de contención de apariencias progresistas, o correr el riesgo de profundas rebeliones populares. Más o menos fueron pasando las dos cosas, pero en definitiva, con las variaciones propias de cada situación particular, el continente se fue poblando de gobiernos de un tinte socialdemócrata más o menos pronunciado según los casos

El gendarme mundial además ha andado complicado en estos tiempos, tanto en casa como en el resto del mundo

Esta coyuntura particular explica la aparición de toda una gama de gobiernos que, en su esencia, y dentro la variedad que admite la categoría, son socialdemócratas

¿En qué sentido? En el que son gobiernos de administración del capitalismo en condiciones de dificultad por ascenso de la rebelión popular, o preventivos por el riesgo de que eso ocurra. Y que sobrevienen en situaciones en que ese riesgo no puede ser enfrentado por la clase dominante recurriendo directa e inmediatamente al aparato represivo tradicional, porque eso podría resultar en un riesgo mayor aún. AHÍ aparecen los gobiernos socialdemócratas, siempre y cuando se den, además dos condiciones

a) Haya alguna fuerza política capaz de contar con la confianza de las masas trabajadoras y dispuestas además a hacerse cargo de esa tarea de gestión del poder burgués y con la necesaria duplicidad política

b) No haya, o no resulte operativa -nunca, o por el momento al menos- una fuerza capaz de conducir a una ruptura revolucionaria

Dependiendo de distintos factores, nivel de la presión social y organización de la clase trabajadora, estado del aparato de dominación burgués en la emergencia, correlación de fuerzas, perfil político de los que tienen que hacerse cargo de la situación, etcétera, cada gobierno estará corrido un poco más acá o más allá

Es corriente que los militantes de izquierda clasifiquen a los actuales gobiernos de tinte izquierdista en el continente en dos alas, los buenos (antiimperialistas o como se los considere) y los malos (a los que se los suele mal llamar "progresistas")

Pero cuando en escenarios vecinos y contemporáneos, actores diferentes son llamados a representar roles similar en el discurso, algo parecido habrá en la realidad, en las causas sociales, en la fuerza histórica que determina el guión. Y tal vez haya similitudes en los desenlaces, antes o después

Todos ellos son gobiernos de administración del capitalismo, ninguno plantea una ruptura con la propiedad privada de los medios de producción ni la explotación del trabajo asalariado como ejes de la organización de la producción social. Y tampoco (y esto es clave) con el estado burgués gendarme, instrumento de la dominación capitalista. Todos, cada uno dentro de su matiz y con alcances diversos, hablan de reformas dentro de esta organización social colocando en un futuro incierto una posible ruptura más radical. Son en todo caso "el socialismo del Siglo XXII"

Pero lo que los caracteriza en esencia es llenar ese hiato histórico que se produce entre el desgaste creciente de las formas tradicionales de la dominación burguesa y la insuficiencia aún existente del desarrollo político de las fuerzas sociales que estarían llamadas a romper esa dominación

3. LOS LÍMITES ESTRUCTURALES DE LA SOCIALDEMOCRACIA

La socialdemocracia, como categoría conceptual, es algo conocido. Hay suficiente experiencia en la clase trabajadora como para saber de qué se está hablando. Esa experiencia no excluye situaciones trágicas, mucho más extremas que las que estamos viviendo acá. Por supuesto, los fenómenos sociales no son meramente naturales, incluyen acciones humanas ante las cuales la indignación se justifica. Aquí, lo que intentamos, es a la indignación y a la denuncia agregar un avance hacia la comprensión del fenómeno que nos ayude en la acción

Tanto en nuestro paisito como en todo el continente, el ciclo socialdemócrata ha llegado a un punto de giro. Veamos por ejemplo la caída del gobierno Lugo en Paraguay. Por todos lados se ha alzado la denuncia contra el "golpe parlamentario" de la derecha paraguaya. Pero ¿por qué fue posible?

Resulta claro, cosa que se ha tratado de olvidar al levantar las denuncias, que fue el propio gobierno el que abrió la puerta. En mayo 2012 una ocupación campesina de tierras fue enfrentada por un intento de desalojo policial que derivó en junio en un enfrentamiento con la muerte de 17 personas. A partir de allí se desencadenaron los hechos que llevaron al derrocamiento de Lugo. Pero primero Lugo jugó la carta de encargarse él de la represión

¿Cuál es la causa última de este hecho? La imposibilidad de contener la lucha de clases, incluyendo en esto los enfrentamientos violentos entre las fuerzas sociales en disputa. Ese es el límite infranqueable de la socialdemocracia.

Concientes de ese límite, los gobiernos socialdemócratas entran en un vaivén en que muchas veces terminan ahorcados con su propia soga. La rebelión social desgasta el pacto que tienen con la clase dominante; las garantías que ofrecen a esa clase los lleva a enfrentar esa rebelión; eso desgasta su propia base política de sustentación, y el última instancia, su razón de estar en el gobierno. Un callejón sin salida.

Por supuesto, la historia les ha enseñado el juego. No siempre los socialdemócratas son torpes; tienen recursos y saben usarlos. En nuestro país se han demostrado mucho más hábiles que las fuerzas de la derecha tradicional, que no han logrado recuperarse del desgaste político previo. Y hay también una razón social para eso: en estas condiciones concretas la burguesía prefiere todavía a los socialdemócratas. ¿Hasta cuándo?

No pretendemos aquí dar recetas, intentamos sacar provecho de las líneas explicativas generales. Los compromisos del gobierno frenteamplista con el aparato militar y las concesiones que les hace se explican por la necesidad de dar garantías últimas al capital y tratar al mismo tiempo de ampliar su base de maniobra; la discusión en torno a la ley de medios puede explicarse por la importancia que cobran en estas situaciones los mecanismo de control social que puedan ser usados por las clases dominantes con independencia de la línea que pasa por el gobierno; las idas y venidas en las negociaciones con el aparato sindical son producto de la necesidad de ajustar sobre la marcha una y otra vez la "correa de trasmisión" en situaciones de escasez de recursos a distribuir

Pero no nos perdamos en el laberinto de la política de superficie, vayamos a la lucha de clases

4. Y AHORA SÍ, LA COYUNTURA

Las ideas de William Yohai en la nota a la que hicimos referencia son las siguientes:

a) En los primeros años de gobierno frenteamplista ha habido un sostenido crecimiento económico pero ahora se observa una notable y persistente tendencia a la desaceleración del crecimiento; la economía sigue creciendo pero a un ritmo mucho más lento. Hay también una caída leve de la población económicamente activa y un aumento también leve del desempleo. La inflación ha recrudecido de la mano de la devaluación que en pocas semanas implicó un aumento del precio del dólar mayor al 15%.

b) El gobierno se ha visto sorprendido por huelgas de severidad y duración inesperadas tanto en la educación como en salud pública. En particular las ocupaciones de escuelas no tienen antecedentes cercanos.

Se está erosionando en forma aún parcial o episódica pero palpable y clara una de las patas de sustento del sistema: la capacidad de la burocracia sindical encabezada por el partido comunista del Uruguay y complementada por otros sectores pro gubernamentales del PIT-CNT para controlar las demandas y luchas de los trabajadores

El problema es más de fondo: los signos señalados por el lado de la economía se complementan con datos del escenario externo, principalmente de Brasil y Argentina, sumado esto a que los precios de las materias primas que exportamos se estancan o tienen una cierta tendencia decreciente, y hay una reversión parcial del flujo de capitales del centro a la periferia. Ante esto el gobierno responde apostando a la congelación salarial que probablemente implicará para 2014 un retroceso, por primera vez desde 2004, del salario real.

EN ESTE ESTADO DE COSAS, EL AFINAMIENTO Y PUESTA EN PRÁCTICA METÓDICA Y PROGRESIVA DE NUEVOS Y MÁS AGRESIVOS MÉTODOS REPRESIVOS NO ES OTRA COSA QUE UNA OPCIÓN EMINENTEMENTE RACIONAL

No es improvisado, no depende de los protagonistas individuales ni de los avatares de la pequeña política, no es un problema del instante ni se limita a nuestro país

5. EL PACTO INTERNO

En estas condiciones, el gobierno frentista piensa en primer lugar en cómo sobrevivir. Tiene que satisfacer las demandas de las clases dominantes, pero para eso tiene que controlar la situación, o no podrá satisfacer ninguna demanda. Por ahora las clases dominantes prefieren apostar al Frente Amplio. No queremos decir con esto que no haya una resistencia burguesa notoria, social y política, contra el gobierno frentista, es obvio que la hay. Por ejemplo la propaganda antigubernamental de las cámaras empresariales en varios temas de coyuntura. Pero quedarse en eso sería una versión muy naif de la política.

Veamos por ejemplo la afirmación de los voceros de las cámaras empresariales de que el gobierno ha estado del lado de los sindicatos en el plano de las negociaciones salariales, y ellos reclaman una política más pro-empresarial.

La verdad verdadera es muy otra. No es que el gobierno haya estado con los sindicatos, es que los sindicatos han estado con el gobierno. Por esa razón es que los empresarios pueden despegarse cómodamente de los planteos que hace el gobierno y demandar políticas más reaccionarias. Pero es puro blablá porque la burguesía uruguaya ni piensa en intentar formas de oposición activa al gobierno frentista, como lo ha hecho en algunos casos en otros países del continente

Que la burguesía está con el gobierno quiere decir: la burguesía no trata de echar a patadas al gobierno . Es así como funciona realmente la política en términos de clase, hay que entender esto para entender lo demás.

Por supuesto, ese “estar con” no descarta las puteadas ni los tironeos ni los empujones, como un matrimonio mal avenido que sigue siendo un matrimonio aunque tengan terribles líos.

Las patronales están “contra” el gobierno (como dice la dirección del PIT-CNT) en el sentido que espera de él una política más reaccionaria, como todo negociante que quiere un precio más favorable pero sigue siendo cliente, no rompe con ese proveedor mientras no tenga otro mejor.

Y no tiene otro mejor porque no hay aún condiciones para otro mejor. El mal producto frentista, pero seguro, es mejor que un hipotético buen producto de la derecha tradicional que tal vez no pueda ser suministrado, o tenga “costos agregados” excesivos (que los sindicatos no encuentren argumentos para acallar la protesta de los trabajadores, por ejemplo; que haya que recurrir a represiones sangrientas masivas y no solamente localizadas, otro ejemplo).

Y esta es la razón última y determinante por la cual el Frente sigue “Leguisamo solo”. La oposición burguesa no le disputa la punta porque no llega y no llega porque no puede llegar; son matungos que dan lástima. Los partidos tradicionales no han logrado recomponerse seriamente como opción de gobierno, apenas como partidos de pseudo-oposición y hasta ahí no más, porque no son opción de gobierno de clase en esta coyuntura. No logran juntar dos ideas y siguen teniendo más caciques que indios. Y eso va a seguir, porque no depende de la capacidad intelectual de sus figuras (que por otra parte es deplorable, patética) sino del espacio social de su política. No tienen destino pero no por ser patéticos, son patéticos porque no tienen destino.

En este trabajo estamos manejando una metáfora que resulta útil para comprender la dinámica de los partidos políticos en la democracia representativa burguesa, ver los partidos como proveedores y las clases sociales como clientes del producto político que ofrecen los partidos ( 2)

El partido debe satisfacer la demanda de la clase o clases sociales a las que se dirige ofreciéndoles su producto, y si se trata de un “mercado interclasista” (de acuerdo a su particular proyecto de marketing político) debe satisfacer al mismo tiempo un conjunto de demandas contradictorias con una canasta de productos que tienen su propia tensión estructural. Pero a su vez, el partido debe “financiar la fabricación del producto”, una reproducción -simple por lo menos- que le permita reproducir el producto y las condiciones de producción necesarias

En esa dinámica, atender una demanda, “capitalizar” el servicio que presta a la clase o clases que demandan eso, y con los recursos obtenidos (gente reclutada para el aparato, apoyo electoral, recursos financieros recibidos, espacios en los medios de comunicación, aporte de los medios académicos, etc.) ir construyendo las nuevas versiones de oferta política a poner en juego, que en tanto sean aceptadas significarán nuevos réditos políticos, etc. Esas nuevas versiones incluirán las novedades “que demanda el mercado” de acuerdo a como las cosas van caminando en la lucha social.

La particularidad del proyecto político socialdemócrata es, como dijimos, no tan solo que atienda a una demanda policlasista, sino a una demanda de clases sociales antagónicas. ¿Cómo lo logra? Apoyándose en una coyuntura especial de debilidad relativa de ambos antagonistas, en que el producto que se les ofrece es precisamente una alternativa al enfrentamiento abierto, que las clases contendientes toman cada una en su encuadre estratégico

La burguesía, mientras recompone su capacidad política ofensiva de más porte, y esto de ahora le servirá siempre y cuando sus intereses fundamentales y sus resortes de poder estructurales no sean socavados (propiedad privada, economía de mercado, aparato represivo, medios de prensa propios, etc.) o sea mientras el “progresismo” sea solamente una corriente superficial y decorativa que alivie la tensión social. Y los trabajadores, en tanto reciban algo má s en materia redistributiva y tengan un “espacio democrático” aparente, y de esta manera la explotación capitalista sea al menos tolerable ; porque si hasta ese goteo se corta, la cosa se pudre.

Pero esa capacidad de amortiguación de la lucha de clases depende de las condiciones de reproducción del sistema capitalista. Cuanto menos hay para el “derrame” de mejoras en cuentagotas para los trabajadores menos amortiguación, cuanta menos amortiguación más protesta, cuanto más protesta más represión.

Es en esas condiciones que el gobierno frentista, para poder seguir siendo gobierno frentista, tiene que recomponer su prestación a la clase dominante, que le dice:

“¿Vos querés venderme un tercer gobierno? Te lo compraría, porque otra oferta mejor la verdad que no hay. Pero ¿qué garantía tiene tu producto? ¿Qué hay del mantenimiento y los repuestos, qué pasa si mañana la cosa se pudre, como funciona en condiciones extremas? HACEME UNA DEMOSTRACIÓN ”

Y es en este punto que empieza a jugar “la interna”

La definición de la candidatura de Tabaré para un tercer gobierno frentista implicó una larga negociación entre bastidores, llena de chantajes mutuos y serruchadas, llena de puñaladas por cualquier lado. No ha terminado todavía, aunque lo básico ya está. Y el acuerdo dice en primer lugar: El ajuste lo hace el Pepe, Tabaré debe llegar con la cancha despejada

El ajuste tiene varias cosas. La relación con Argentina, por ejemplo. La política económica, la ley de medios, la educación, la responsabilidad penal patronal, la policía, las fuerzas armadas, Haití... De repente al gobierno frentista que estaba haciendo la plancha disfrutando del dolce far niente le vino el ataque y comenzó una actividad febril. No vamos a ver todo esto en detalle. Pero el quid del asunto es: aliviarle el trabajo futuro a Tabaré, porque se la va a ver difícil. La triste comparación Tabaré 2005 – Tabaré 2015 va a ser muy dura

Y el primer punto del pacto interno es, por supuesto, que el ajuste a la baja de la demanda salarial lo tiene que hacer el Pepe, Tabaré debe entrar en la cancha ya con la gente ya hecha a la idea de la disminución de expectativas , de lo contrario habrá problemas. Para la disminución de expectativas cualquier cosa viene bien, hasta “ Fidel me dijo ”.

6. PERO EL HOMBRE PROPONE Y EL DIABLO DISPONE

Planificar en política es cosa de genios y genios siempre hay, hacerlo ya es cosa de brujos. Planificaron sí, en forma muy racional, un lujo de pizarrón y mucha academia. Pero al hacer las cosas no salieron exactamente como pensaban.

Pusieron una pauta salarial del 3%, lo que significa congelación salarial. Se despertó primero una huelga muy dura de los maestros con ocupaciones de escuelas, en medio de muchos conflictos de distintos gremios.

La huelga docente terminó sin obtener las mejoras salariales reclamadas. Lo mismo pasó con otros conflictos

Pero el problema de los descuentos por paro trancó los planes de las autoridades para recuperar las clases perdidas, y podemos ver aquí como el significado simbólico de un conflicto puede ser más importante en términos de lucha de clases que el resultado real. Al final de todos los tironeos, fue una resolución gremial la que terminó fijando el final de cursos de este año, para escándalo de los voceros de la oposición burguesa que gritan dictadura sindical!

Pero detrás de este griterío inconducente lo que se oye realmente es la voz preocupada de la burguesía: ¿No es esto un “mal ejemplo” para los conflictos que se vienen?

La respuesta de la realidad no se hizo esperar. Algunos gremios (construcción, supermercados) han logrado aumentos por encima de la pauta gubernamental. Algún puntito por encima tan solo, que será comido por la manipulación del IPC, de manera similar a como se hizo el año pasado usando una bonificación tarifaria por única vez de la UTE. Pero un mal ejemplo trae otro mal ejemplo.

Lo que está a la vista es la dificultad cada vez mayor del aparato frentista para contener la lucha de los trabajadores desde adentro.

Aquí hay un aspecto que nos recuerda esa comparación con la situación de Alemania en 1918, cuando Rosa Luxemburgo señalaba que la burguesía alemana le decía al gobierno socialdemócrata si no pueden contener las huelgas, ¿para qué sirven? (3)

Y la socialdemocracia debió demostrar que si acaso se agotaba su capacidad de contención del movimiento obrero desde adentro con su política reformista, estaba en condiciones de recurrir a la más sangrienta represión abierta. Esa fue la ERA NOSKE .

Vamos entonces a plantear nuestra hipótesis:

1 -  La escalada represiva actual PRETENDE ser una “petit Noske” de demostración con la que el gobierno frentista muestra los dientes, en sus planes debería ser algo breve y necesario para amedrentar y desactivar resistencias ANTES de entrar en una campaña electoral normal de bellas promesas

2-  Pero la debilidad estructural de este gobierno, que es la debilidad relativa de las clases sociales en las que se apoya, hace que las cosas “se pasen de la raya” , y se corre el peligro de un efecto contraproducente

3-   Esto recrudece todas las contradicciones, aunque sea por un momento.

En una nota reciente Agustín Cano (4) introduce el concepto de “miedo al miedo”

La clase dominante, frente a la protesta social emergente, manifiesta su miedo a la rebelión de los explotados. Esto hace que su reacción, aunque se manifieste solamente en palabras y no se traduzca en acciones ofensivas (como sería levantar una oposición burguesa tradicional activa contra el gobierno frentista, cosa que ya vimos que no ocurre ni ocurrirá), sea histérica y desproporcionada en relación a la poca protesta social que hay en términos reales. Se asustan de nada, porque son concientes de su debilidad. En una protesta circunstancial ya ven toda una revolución en marcha, atentados, asonadas, y tutti quanti

Pero a su vez el gobierno y todo su entorno (los cuadros del Frente, y también en parte su base electoral pequeño-burguesa) experimentan un miedo de segundo orden. El miedo a una posible reacción burguesa ofensiva contra el gobierno frentista, que le complique las cosas y tal vez hasta les haga perder las elecciones!!!

El miedo al miedo es lo que motiva el brazo represivo del gobierno frentista, sentado en un enclave político de estructura socialdemócrata, es decir, con las contradicciones típicas del mismo. Y aunque esta represión de microcirugía estuviese pensada al principio como una demostración para el momento y nada más, las cosas hacen que muy probablemente siga y la escalada represiva se realimente a sí misma. Del rasguño al peligro de gangrena dijo alguien alguna vez.

Pero ni la burguesía uruguaya es como la alemana, ni el FA como el SPD ni Bonomi es Noske. En Uruguay a nadie de la el cuero y las limitaciones de cualquiera aparecen enseguida.

Ahora bien. No nos hagamos ilusiones. Así como están las cosas, no vamos a frenar esta escalada represiva. No porque pudiese ser muy difícil hacerlo, sino porque nosotros no tenemos la capacidad de hacerlo.

Por una vez tengamos la seriedad de mirarnos a nosotros mismos. Hay en nuestra izquierda llamada radical algo que llamaría el síndrome de “con gloria morir”

Lo dejaré para otra vez. Terminaré por hoy con un pensamiento de los antiguos filósofos romanos que tuvo varias versiones, lo pongo en la forma en que lo dice Moravia en uno de sus cuentos.

Errare humanum est, perserverare diabolicum (5)

(*) Las ideas centrales sobre los gobiernos socialdemócratas como fenómeno político y sus límites estructurales están tomadas del análisis de Rosa Luxemburgo acerca del gobierno provisional Ebert-Noske a fines de 1818 en Alemania, tal como aparecen en su discurso ante el Congreso fundacional del KPD(S). Nuestro trabajo al respecto (en co-autoría) "En el principio era el hecho" acaba de ser publicado en la revista argentina Herramienta web:


http://www.herramienta.com.ar/herramienta-web-14/en-el-principio-era-el- hecho-analisis-del-discurso-ante-el-congreso-de-fundacion-

http://www.elistas.net/lista/cmarxen2/archivo/indice/21/msg/22/

1.- Comenzamos a redactar este artículo hace varias semanas y luego lo pusimos a dormir para no adelantarnos a la definición del procesamiento. Lo retomamos y acabábamos de escribir esta frase, cuando aparecieron las declaraciones de Mujica hablando de un “pasarse de la raya”. Aquí intentaremos explicar por qué se van a pasar de la raya más de una vez, quieran o no .

Un día después nos enteramos que Mariana Mota fue conminada por la SCJ a confirmar si criticó el pedido de procesamiento de 7 personas por atentado. Mota, estando en la sede de la SCJ como protagonista primera de los hechos de ese día, habría dicho a la prensa en su carácter de testigo presencial, que nunca hubo hechos que pudiesen tener consecuencias lesivas para nadie y por tanto en su opinión (de quien fue jueza penal hasta entonces) no podría configurarse delito de “atentado”. La SCJ realiza entonces un nuevo acto intimidatorio, no sea caso que los jueces vayan a pensar que pueden ser independientes de veras.

2. - Para el concepto de “partido electoral competitivo” ver los trabajos de Claus Offe: http://www.buenastareas.com/ensayos/Claus-Offe-%E2%80%98Partidos-Pol%C3%ADticos-y-Nuevos/7404676.html

3.- Nos remitimos al trabajo nuestro al que hicimos referencia

4.- Orwell, Badiou, y los monstros que engendra el progresismo , http://rebelion.org/noticia.php?id=173800

No vamos a ocuparnos para nada de la polémica lateral que originó esta nota sobre si es correcto o no mezclar en un trabajo referencias a autores disímiles. ¡Qué poco aprovechamos las pocas ideas que aparecen para discutir sobre lo que importa!

5.- Alberto Moravia. La cosa e altri racconti. Permítanme traducirlo así: errar es humano, aferrarse al error es que te lleve el diablo

 


 
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