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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

www.surda.se

 

 

06-11-2009

 

 

Fernando Moyano

 

El triunfo estafado

 

SURda

Posta Porteña

"Una segunda derrota en las urnas, una nueva confirmación de la ley de impunidad, será terrible". "Es un error poner en riesgo el tema en un plebiscito". "Después de esto no nos levanta nadie".


Cosas así vengo oyendo desde que el camino plebiscitario se planteó.


Soy de los que planteó este camino desde el principio de los principios, e incluso antes. Hace mucho tiempo que venimos rompiendo los cocos con este tema. Por ejemplo, más de un año antes de que la Coordinadora Nacional por la Nulidad lanzase la iniciativa, escribimos en el periódico de la Tendencia Clasista y Combativa.


"El método que más nos atrae es la reforma constitucional para incorporar los convenios internacionales contra los crímenes de lesa humanidad, la tortura y el genocidio (como por ejemplo lo hace la Constitución Bolivariana de Venezuela) y hacer caer así la ley de impunidad expresamente y sin ambigüedades ni escapatorias, en nuestros propios términos".("Cómo hacer caer la ley de impunidad ¿Pedirle peras al olmo o sembrar nosotros los perales?" - "UN LUGAR DE LUCHA", 27/06/06 - El lanzamiento de El Galpón fue el 05/09/07)


Pero no es cuestión de reclamar prioridades sino de asumir responsabilidades. Y así como en la novela de Conrad (Lord Jim), si hay que pegarle un tiro al responsable de llevar adelante la acción fracasada, haré como ese personaje y me presentaré ante la comunidad para aceptar lo que se me corresponde. Si embargo, parece que esta vez me salvé. Y me pregunto, ¿por qué? (De cualquier manera si me tocase morir como ese personaje de Conrad no estaría mal).


¿POR QUÉ esta vez, y contradiciendo el temor de muchos que teníamos en nuestro recuerdo el terrible bajón que sucedió a la derrota de 1989 (Lacalle dice una vez y otra "durante mi gobierno no hubo ninguna denuncia por violación de los Derechos Humanos", el muy rostro) SEGURAMENTE AHORA NO VA A PASAR LO MISMO, habrá por el contrario una lluvia de denuncias por todos lados contra estos delincuentes. La gente no quedó ni cerca de aplastada por esta derrota como lo quedó por la otra.


Y si esto es así nos equivocamos, y aunque dos errores que se compensan no hacen nunca un acierto... complican el análisis.


Reconozco de plano que me equivoqué. Yo pensé que ganábamos y me jugué a esa, y fui de los que impulsamos a la gente a que se jugase y corriese el riesgo. Mientras muchos nos decían: "son unos irresponsables, con que el parlamento anulase la ley hubiese alcanzado, ¿y ahora si perdemos que pasa?". ¡OH, los lectores de Posta Porteña sin duda recuerdan todas estas discusiones! Alguno habrá que quiera pegarme un tiro.


Me equivoqué, calculé un 50%+1 y tuvimos un 48%. Tres años de trabajo, 340 mil firmas, millón cien mil votos, todo inútil.


Pues tan equivocado estuve y sigo estando, que no logro ver que haya sido inútil. La calamidad que nos anunciaron, ¿dónde está? La lucha va a seguir. Esta pequeña derrota se va a asimilar muy rápidamente, y toda la energía acumulada y frustrada no nos llevará al aplastamiento. ¿Por qué es que causas similares producen efectos tan distintos? ¿Cuál es la diferencia del contexto de situación?


Pero antes de eso, permítanme una pequeña maldad. El temor a que no se llegase a la cantidad de votos necesaria detuvo a muchos, los frenó durante mucho tiempo, y se sumaron a último momento. Tal vez eso nos haya quitado algo de fuerza, tal vez con más gente rompiéndose el alma durante tres años se hubiese podido lograr un poquito más, tal vez el esfuerzo de esa gente temerosa hubiese significado un 2% más... ¡TAL VEZ LO CORRECTO SERÍA PEGARLE UN TIRO A OTROS!!!!


Cuestiones de contexto que podrían explicar que la catástrofe no ocurriese:


1.- Todos han comprendido que esto no fue una derrota, FUE UN TRIUNFO ESTAFADO. Es demasiado evidente que eso que faltó no es voto por NO, ni en la exageración más absurda, sino simplemente la resaca del sistema electoral, el voto desinformado, y además forzado a expresarse por la obligatoriedad del voto. Es demasiado evidente que la desinformación fue absolutamente tramposa -incluso los canales privados desacataron la orden de entrar en cadena y emitieron el mensaje final cuando la gente estaba durmiendo-. La acumulación de trampas es demasiado grosera. Hasta la Corte Electoral violó la Constitución al no incluir papeleta por el NO. 


La gente no se siente tan horriblemente derrotada.... ¡porque no fue derrotada! Simplemente por eso. Nos objetan ahora la idea de llevar eso a la anulación parlamentaria porque nos dicen: Es querer ganar en la liga lo que perdimos en la cancha. ¡NO, ES AL REVÉS! Toda la gente siente que GANAMOS EN LA CANCHA ¡y nos cagaron en la liga!


Me tocó el mal karma de andar por los ambientes de la izquierda radical. Y oigo una y otra vez el mismo discurso: esto se sabía, se entró en la trampa del sistema, la traición del FA, etc., etc., etc. Por eso no se pudo llegar al 50%+1, era imposible. Muy bien, entonces ¡qué me expliquen el 48%! ¿Esta perversidad del sistema o esta traición son cosas que funcionan tan al milímetro que impiden un 50% pero permiten un 48%? ¡Habrá que creer en el Diablo!


2.- En el 89 una parte de la dirección del FA impuso la línea de "aceptar el resultado de las urnas". Eso hizo que el movimiento se desarmase. ¿Y por qué pudieron imponerlo? Porque tenían la autoridad moral para hacerlo. ¿Y por qué la tenían? Porque, por más que discrepásemos con la orientación que le dieron a aquella campaña (y aquí vendrá alguno a recordar de nuevo a las bailarinas de la publicidad por el SÍ) lo cierto es que ELLOS ESTUVIERON DENTRO DE LA LUCHA. Por eso pudieron desmovilizarla después.


Pero esta vez NO ESTUVIERON, formaron parte de la conspiración del silencio. Y entonces, aunque les gustaría decir nuevamente "aceptemos el resultado de las urnas", ¡no se animan a hacerlo! (Por supuesto, siempre hay excepciones, no pretendan prudencia en el anormal de Astori). Esta vez se les cae la cara de vergüenza.


3.- Pero hay una diferencia más, y para mí es muy importante comprenderla. Es muy importante que NOSOTROS, los militantes NO FRENTISTAS la comprendamos. Porque si no, vamos a meter la pata nuevamente.


En el 89 la gente se desmovilizó porque tenía ante sí a un gobierno claramente reaccionario que asumía de pleno la impunidad. Perdimos, en el gobierno está el enemigo, nuestros propios dirigentes nos mandan para casa... 


Hoy es el Frente Amplio quien está en el gobierno. Muchos me dirán que eso es igual o peor. Pero la opinión de esos es precisamente la que no importa. La opinión que importa es la de los que siguen creyendo en el FA.


El que crea que el FA es reaccionario no se va a frenar porque el FA esté en el gobierno. El que crea que el FA es progresista no se va frenar, precisamente porque cree que el FA es progresista. En el 89 ni blancos ni colorados le iban a pedir al gobierno de Lacalle que hiciese caer la ley de impunidad, y los frenteamplistas ¿qué podían hacer? Pero hoy LOS FRENTEAMPLISTAS PUEDEN PRESIONAR A UN GOBIERNO FRENTEAMPLISTA.


Obviamente, eso de que ahora el gobierno va a anular la ley de impunidad "el algún momento", y que se viene "el tercer plebiscito", es una ilusión. ¿Y QUÉ? ¿Nunca tuvieron, compañeros, alguna ilusión en la vida? En este caso la ilusión de los frenteamplistas trabaja a NUESTRO favor.


Por supuesto, siempre puede cagar la fruta el militante de la izquierda radical porque es lo que mejor sabe hacer. 


Pongamos por caso a algún militante medio obtuso de Asamblea Popular. Antes del 25 de octubre estaban muy reacios de hacer campaña por el voto rosado porque su preocupación principal era robarle algún votito al FA. ¿Para qué? Para conseguir un diputado. Las prioridades estaban cambiadas en su mente, lo menos importante se transformó en una obsesión, como si fuese lo más importante, y le hizo sabotear no intencionalmente pero de hecho, lo más importante. Pero hoy, no me digan que el objetivo principal es el de conseguir un resultado electoral ¡dentro de cinco años! Hoy de lo que se trata es de obtener militantes en la calle, no votos. ¿Y a quienes tenemos?


15 mil rosados-blancos, 15 mil asamblepopu, 100 mil blancos y colorados, .... y 800 mil frenteamplistas!!!!! Con ese ejército contamos. ¿Cuál es el problema principal que tenemos? Cómo hablarle a los frenteamplistas . ¿Para conseguir qué cosa? ¿Que no voten al FA? NO. Que presionen al gobierno del FA.


¿Cómo es el tema de la anulación parlamentaria? ¿El parlamento podía antes anular la ley de caducidad? De hecho NO, porque eso de que el FA tenia mayoría absoluta para hacerlo NO ES CIERTO, porque no todos los parlamentarios del FA están VERDADERAMENTE contra la impunidad, Eso es la realidad, no la ficción formal. Pero LUEGO del plebiscito las cosas son distintas. Porque un millón cien mil votos por el SI pueden ser una presión ENORME sobre el parlamento, si logramos movilizar aunque más no sea una parte. Porque ese voto por el SÍ es abrumadoramente EL VOTO FRENTEAMPLISTA. Precisamente por eso, porque es lo que no supimos quitarle al FA, es que opera en nuestro favor. Ahora tenemos una fuerza mucho mayor para forzar la mano del parlamentario frenteamplista, es la presión del votante frenteamplista. ¡Dejémonos de pensar al revés!


Si esta vez sabemos sumar 2+2, las cosa no es tan complicada. LO PRINCIPAL NO ES EXPLICARLE A LA GENTE QUE EL FA LA VA A TRAICIONAR. Por favor, amigos de la izquierda radical, entiendan eso de una vez. Lo principal es cómo movilizar esa ILUSIÓN de la gente frenteamplista que honestamente quiere hacer caer la ley de impunidad, trabajar CON ellos y no CONTRA ellos.


La dejo por acá, continuaremos en el próximo capítulo. Un saludo para todos.


FERNANDO MOYANO

 

 

 
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