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"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

www.surda.se

 

 

10-08-2015

 

El asunto Amodio: un epílogo lamentable, aunque previsible.


 

SURda

Notas

c.e.r

"Todo el “aparatismo sin aparato”, todos los lobotomizados de la parte del hemisferio pensante, todos los que no pueden pensar con cabeza propia, ni antes, ni ahora, ni nunca, son cómplices y no nos extrañaría que los más canallas se refugiaran en la indiferencia. Así lo han hecho siempre, para la vergüenza particular de ellos mismos".

 

Cuando el Sr. Amodio buscó “hacer oir su voz” se dirigió hacia la denominada “prensa establecida” o sea –Urugay es un “mercadito” despreciable para los grandes intereses de los consorcios mediáticos internacionales- la “rosca” multimedial nacional. Nombres e intereses que se repiten en los “grandes medios” y que se ramifican en los canales de televisión y la radio.

Que esos medios son una rémora del pasado, en determinadas ocasiones –como las actuales en America Latina- el centro del “partido opositor” a las experiencias “progresistas” es, también, un hecho establecido. Tan de capa caída están los viejos partidos burgueses –en nuestro caso- el blanqui-coloradismo. “El Pais”, antiguo órgano propulsor de la tiranía “cívico-militar” es el caso más notorio.

Amodio, los buscó –él mismo lo confiesa- y “le cerraron las puertas” o sea, lo condenaron a seguir en el silencio. Cuando en 2013, “El Observador” decidió por motivos de competencia probar suerte levantando su caso, produjo una brecha en el frente mediático nacional, que se vió recompensado por el éxito editorial. Había un público, dispuesto a seguir la novedad de su “re-aparición pública.

¿Cúal es el motivo, el fundamento de esa ruptura? La respuesta es bien sencilla: todo el antiguo aparato burgues “de difusión” estaba enganchado con la “historia oficial” de los “tupamaros arrepentidos”. Fueron esos órganos burgueses, los que nos atiborraron a todos, informativo tras informativo, semana tras semana, mes tras mes a lo largo de años, con las imágenes, los rostros, las expresiones, los “reportajes” y el “bombo” que les daban. EFH, Mujica, Bonomi, el “ratón” Rosadilla, la “tronca” Topolansky, el Sr. Agazzi y otros, no fueron figuras “mediáticas” por sus “Twits” o “blogs” partidarios y/o personales . Fueron “figuras mediáticas” inducidas por los grandes medios. Ellos los crearon. Son su hechura.

Llegaron a esa “opción estratégica” por un motivo sencillo: los viejos partidos burgueses iban camino a perder el apoyo político masivo, y el “recambio” de elencos políticos era inevitable. Convenía por tanto “levantar” a ciertos opositores en la misma medida que estos fueron anodinos, continuadores del “status quo”. Lección que desde la ficción de Lampedusa, es un artículo de fé: “Es preciso que algo cambie para que todo siga como está”.

Hecha la opción, era consecuencia lógica de la misma que Amodio, debía “ir al bombo”. En consecuencia “lo silenciaron”. Era más potable la versión “oficial” de los “tupamaros oficiales”.

Sin embargo, y roto “el frente”, había también que atender “esta variable”. Se trata de motivos serios: “rankings”, anunciadores, público ávido, cambios de frente mediáticos que estimulan “la audiencia”, una serie de elementos que componen la razón de ser de esos medios. La “engañapichanga” además estaba un poco vieja, vetusta, y además- llegando el Frente paulatinamente a su “amesetamiento” electoral-, vale la pena “probar” aunque más no sea con ciertas “novedades” para seguir “entreteniendo” al público.

Había sin embargo “un problemita” que no era menor. No tenían elencos de periodistas calificados. Una generación entera de periodistas fueron formados en la ideología “del consenso”, en las “mentiras oficiales” y todos esos prejuicios dificultan muy mucho los “cambios de frente”. Los periodistas se pierden, no “dan pie con bola”, no saben, a veces no entienden, el gran juego de sus mandamases mediáticos, las opciones políticas en juego. Otros –y sobre el tema convendría reflexionar- son periodistas cortesanos, los buscadores “del pesito salvador” con las informaciones “confidenciales” de los principales “oficialistas” involucrados. Hay un periodismo venal en Uruguay , un periodismo de la autocensura “cuando conviene”, todas lacras sabidas y, por el mismo motivo ocultadas sistemáticamente, por los interesados .

Solo ciertos “oportunistas viscerales”, gente que “ha decidido llegar, pese quién pese y cueste lo que cueste” están en condiciones de comprender “lo que está en juego”. Alfonso Lessa fue uno de los nuevos abanderados, y por ello fue “promovido y premiado” en los medios que son propiedad de nuestras burguesía dependiente. Y así podríamos seguir ilustrando con otros “nombres” de nuestro pequeño y “nacional” mundo mediático.

Ya hemos historiado en una serie reciente (Amodio en formato libro) el tema de los cabildeos, mariscaleos y, errores tras horrores, que provocó en nuestro mundo “de las noticias” Amodio con su “aparición” repentina en el 2013.

Lo mismo, exactamente lo mismo , volvió a suceder con la publicación de su reciente libro: Palabra de Amodio . Subtítulo: la otra Historia del MLN-Tupamaros, del 2015

Digamos, para comenzar, que la editorial que lo publico corresponde a una de las que posee registradas, el consorcio del diario “El Pais”. El hecho, en sí, es la demostración cabal del “cambio de frente” que motivaron los sucesos del 2013.

Embarcarse en la empresa –y sus eventuales consecuencias- implican desde el pique, un amague de ruptura con el viejo frente establecido con los tupamaros “oficiales”, implica que éstos comenzarán a preguntarse: ¿hacia dónde van estos señores? ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar? Y esto puede tener consecuencias por el peso político, parlamentario, estatal y hasta comunal que estos tienen. Entiéndase bien, pueden estar en juicio “avisos”, publicidad, confidencias gubernamentales susurradas junto al oído a ciertos periodistas escogidos y algunas pequeñas cositas más. En toda opción hay siempre favorecidos y perjudicados.

Que al otro día de su presentación, tome eco en la prensa escrita, y se señale en la misma conferencia de prensa por una cronista femenina, que hay una citación judicial, implicaba (intervención policial y, denuncias de cierto militar a un juez), que dos órganos del poder gubernamental están involucrados: el ministerio del Interior y el ministerio de Defensa. Todos sabemos quíenes son los titulares de los mismos. Si además se haría jugar –eventualmente- que el Sr. Amodio Perez, pasó las aduanas con un documento extendido a nombre de Walter Salvador Correa Barboza, la intervención estatal está más que probada y señalada. Estas cuestiones no las maneja el pueblo que anda en la calle, esto lo manejan oficinas estatales y poderes gubernamentales.

Demuestra “al paisito” de la “cola de paja”, la indiferencia, el “hacé la tuya” en todo el despliegue de las verdaderas miserias del “país de primera”.

O sea, que los tupamaros “oficiales” atacados “por la otra historia” no son mancos ni perezosos para reaccionar y, a su vez, mostrar, rápidamente, “las uñas”. El “aparato” gubernamental los secunda (un juez retirado, una directora de inmigraciones, los subalternos del aparato estatal implicados, etc, etc, etc).

El libro, desde que salió, fue un éxito editorial. Aquel que dude de nuestras palabras puede dirigirse a las librerías céntricas y hacer por sí mismo la pregunta a los encargados de las mismas. En el primer día de venta, se habían agotado los “stocks” solicitados por las librerías y había “que esperar” las reposiciones que se anunciaban para el mismo día. O sea el público respondió de la misma manera que había respondido en el 2013, ávidamente, ante la noticia. Signo evidente de que “la historia oficial” comienza a mostrar claramente –ante el público lector- los agujeros, carencias y falacias, que solo un escaso puñado de escribidores, venimos sosteniendo hace algunos años.

Demuestra que la “historia oficial” no aguanta más. Que las contradicciones de la misma son evidentes y que el público finalmente, se ha comenzado a dar cuenta, en círculos concéntricos cada vez más amplios, que esa historia “esta superada”.

La conferencia de prensa, “de presentación del libro” en cambio, fue una engañapichanga. Los promotores de Amodio, se encargaron de “ponerle la capucha” y cerrar a cal y canto las posibilidades de un contacto directo del autor con el público. El público no existió, más allá del circulo escogido de los cronistas establecidos y algunos pelucones de la “prensa internacional” seleccionados “a dedo”.

Y en consecuencia, la crónica periodística, fue tan mentirosa, como todos ellos lo han sido a lo largo de todos estos años.

Se puede leer hoy día, que Amodio balbuceó. Es una mentira. No balbuceó nada. El hombre se mantuvo en sus trece con la versión de los sucesos a los que se ha atenido desde el 2013 y que esta registrada en YouTube, como cualquiera puede comprobar.

Se dice que los “cronistas se reían entre ellos”. Es otra mentira. Los que balbucearon, y deben haber provocado las sonrisas de Amodio, son los propios cronistas, que son malos, saben poco y, no tienen preguntas interesantes para hacer. El que escuche la cinta grabada de las entrevistas (las publicó “El País” y “El Observador”) y se tome el trabajo de jugar el “replay” observará el tono de rabia contenida. La pregunta dirigida a provocar. Todos “truquitos” periodísticos de los que tienen “la cola bien sucia” por sus colaboraciones anteriores con el “oficialismo” tupamaro de los “auténticos tupamaros arrepentidos”.

Además, las versiones filmadas que se dieron a conocer, están cortadas, y se nota para cualquier observador, que sabe de estos menesteres. Cortar y pegar se hace en las salas de montaje. Después el resultado se difunde. Pero “la cocina” se hizo antes.

Se escribió también que “los tupamaros oficiales” directamente invitados por Amodio no estuvieron presentes. Es la vieja táctica que han adoptado todos ellos “oficialmente” cada vez que su versión de hechos y sucesos es confrontada. Siguen en la torpeza de no dar la cara, de no hacerse responsables por lo que durante años propagaron.

Y esto no queda reducido a los “oficialistas” de la “historia oficial” se extiende al extenso círculo de “aparatistas sin aparato” que también se hacen eco de la cuestión, pero que cuando tienen oportunidad de mostrar hechos, argumentos e ideas, se alejan más que volando, de la posibilidad, porque no tienen ideas propias, repiten sin reflexionar sobre lo que repiten, y demuestran así, su conocida orfandad de ideas y de argumentos.

Todo el “aparatismo sin aparato”, todos los lobotomizados de la parte del hemisferio pensante, todos los que no pueden pensar con cabeza propia, ni antes, ni ahora, ni nunca, son cómplices y no nos extrañaría que los más canallas se refugiaran en la indiferencia. Así lo han hecho siempre, para la vergüenza particular de ellos mismos.

La acción mancomunada de “los organizadores” que no supieron organizar y del público docto que no-es-tan-versado-como-pretenden, dio un resultado lamentable. Demuestra la chatura de los círculos establecidos de la prensa oficial y sus amanuenses. En general todos ellos son unos “discurseadores” de ideas establecidas. Cagatintas de las redacciones.

Libertad inmediata para el traidor (SIN COMILLAS) Hector AMODIO PEREZ!!!

Conferencia de prensa de Amodio Pérez:

1ra parte

2da parte

3ra parte

4ta parte

 

 

 
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