"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos"   SURda

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05-06-2008

Carlos Revello y Fredy González

 

Genocida Jorge Tróccoli en libertad

 

 

Entrevista al Dr. Oscar López Goldaracena

"Por la misma senda", en CX30 Radio Nacional de Montevideo

 

Un flaco favor de la embajada uruguaya en Italia

 

El ex marino Jorge Tróccoli, investigado por numerosos crímenes de lesa humanidad, llegó a estar al alcance de la mano de la justicia uruguaya, pero la inoperancia de nuestro embajador en Italia, Carlos Abín, lo puso nuevamente en libertad. Se encontraba detenido en aquel país. De Uruguay partió el pedido de extradición del genocida, el cual llegó en fecha a la embajada de destino, con al menos cinco días para presentar esa demanda ante la justicia italiana. Aún se desconoce por qué razón este pedido de extradición se demoró (el plazo vencía el 23 de marzo y la embajada entregó la documentación el 31 de marzo) en el organismo uruguayo, a tal punto que la solicitud fue presentada tarde, y el represor debió ser puesto en libertad, sin posibilidad de que pueda insistirse en el trámite presentado fuera de fecha, ya que no se le puede juzgar dos veces por la misma causa. Lo menos que podría hacer el embajador uruguayo, que viajará a Uruguay en el presente mes de mayo, es venir con su renuncia bajo el brazo. De no ser así, debería ser la Cancillería quien se la exija o el propio presidente Vázquez quien determine su inmediata remoción. Sobre este tema dialogamos con el Dr. Oscar López Goldaracena, abogado que representa a familiares de algunas de las víctimas.

 

F.G. – Esta semana hubo un hecho que nos llamó la atención primero y nos dio mucha bronca después, referido a que desde el Poder Judicial, Cancillería mediante, se envió la solicitud de extradición del genocida Jorge Tróccoli a Italia y esos papeles se presentaron tarde, sin fundamentación aparente de ello. Por esa razón, el pasado viernes 2 de mayo el Dr. Oscar López Goldaracena fue citado de manera urgente por el canciller uruguayo Gonzalo Fernández. Como todo esto resulta por lo menos grave o confuso, estamos ahora dialogando con el abogado López Goldaracena. ¿Cuál es tu interpretación de los hechos?

 

L.G. – Tróccoli fue detenido el 23 de diciembre de 2007 en Italia, a raíz del pedido de captura que ordenó el juez Charles a través de Interpol por la causa de los traslados clandestinos de 1978. Existe con Italia un tratado de extradición, del año 1879, que establece un plazo de tres meses para que, una vez detenida la persona, pueda ser solicitada oficialmente por el país que lo pida. Ese plazo de tres meses vencía el 23 de marzo de 2008. El pedido de extradición sale en tiempo y forma del juzgado de Charles, el 13 de febrero de 2008, cuando todavía faltaban cerca de cuarenta días para que venciera el plazo en Italia. El expediente fue remitido a la Suprema Corte de Justicia, que se encargó de hacer su traducción al italiano, fue enviado a Cancillería, y luego nos enteramos por la prensa que Tróccoli fue liberado porque en lugar de llegar el 23 de marzo llegó el 31 de marzo, ya vencido el plazo. Y no se puede volver a detener por esta causa en Italia, en función de lo que dice el tratado de extradición, que si la persona es detenida y en los tres meses no llega el pedido oficial del estado tiene que ser liberada y no podrá volver a ser detenida. Cuando nos enteramos, inmediatamente los patrocinados por nosotros en el juicio de los traslados solicitaron una entrevista urgente al canciller Gonzalo Fernández, que se encontraba en Washington, y en principio se otorgó para el viernes 9 de mayo. El 1º de mayo recibo un llamado de la secretaria del Dr. Gonzalo Fernández, por el cual se me convoca urgente en Cancillería porque el canciller, dada la gravedad del tema, había adelantado la entrevista y me la concedía el pasado viernes 2 de mayo. Es así que nos encontramos con el canciller a los efectos de que él me diera una explicación oficial de qué fue lo que pasó. Y aquí viene la explicación. En primer lugar el expediente estuvo un mes en la Suprema Corte de Justicia, donde se realizó la traducción correspondiente al italiano, y luego envía el pedido de extradición ya completo a Cancillería para que ésta lo remita al gobierno italiano antes del 23 de marzo, y el expediente llega a la Cancillería el día 13 de marzo de 2008, diez días antes de que venciera el plazo.

 

F.G. – Todo bien hasta ahí.

 

L.G. – Hasta ahí todo bien. El mismo día, el día 13 de marzo -el canciller me exhibió la documentación- Cancillería envía un aerograma urgente a la embajada uruguaya en Italia, señalando que le va a estar enviando el pedido de extradición de Tróccoli, y le solicita su urgente diligenciamiento. Al mediodía siguiente, el 14 de marzo, se contrata por Cancillería una valija diplomática especial y además un servicio de DHL para que llegara a Italia lo más rápido posible, y se envía un mail al embajador en Italia diciéndole que está viajando el pedido de extradición de Tróccoli en forma urgente. O sea que el expediente en Cancillería estuvo menos de veinticuatro horas, según la documentación que vi. Pero resulta que el 18 de marzo, cuando todavía estábamos en plazo, se recibe un mail del embajador uruguayo en Italia diciendo que recibió la valija diplomática. Quiere decir que lo único que restaba era tomarse una Vespa y llevarlo. Era semana santa, pero en Italia es hábil, se trabaja durante toda la semana. Estamos hablando del martes 18 de marzo y había plazo hasta el 23. Cuando me señalan esto digo, bueno, es muy clara la responsabilidad de la embajada uruguaya en Italia, e inmediatamente el canciller me manifiesta que el embajador uruguayo en Italia se hacía responsable, asumía su responsabilidad por esta demora, además de que está regresando al Uruguay en los próximos días, y pidió ser recibido por nosotros y por los familiares de desaparecidos que denuncian en esta causa.

 

C.R. – En cualquier país del mundo este tipo de problemas es una falla muy evidente en materia de rutinas. Se cumplen todas las etapas, se envía por una valija especial, el embajador mismo da noticia de que la ha recibido y con plazo suficiente. A mí no me preocupa si el embajador viaja o no viaja. Es un hombre designado políticamente al cargo de embajador. Es un hombre que perteneció, curiosamente, al mismo grupo político de la mayoría de los desaparecidos. Es una cuestión que a mí me llama profundamente la atención, y que sin embargo comete este lamentable episodio, que lo cuestiona a él como embajador.

 

L.G. – Yo estaba haciendo un relato de los hechos, y ahora quiero realizar una evaluación. Aquí queda demostrado objetivamente que hubo una persona que se responsabilizó, cometió un error, pero ese error es del estado uruguayo, y es un error inexcusable. No hay justificación de ningún tipo para cometer ese error. Es inexcusable también que por más que se haya entregado en tiempo, se haya demorado un mes en la Suprema Corte de Justicia. Nosotros queremos saber qué pasó ese mes. Creo que la Corte de Justicia lo aclaró, pero bueno, el funcionamiento ineficiente del aparato burocrático causó un daño a la sociedad uruguaya que determina que hoy el torturador, la persona sobre la cual existían elementos de convicción suficientes para ser preso por crímenes de lesa humanidad, se esté muriendo de la risa de todos nosotros.

 

C.R. – Un hombre que además se fue de Uruguay con tiempo y forma cuando vio cómo venía la mano. El hombre que publicó un folleto -yo lo llegué a leer y lo comenté en Suecia- que se llama “La ira de Leviatán”.

 

L.G. – Ese librito fue utilizado como prueba por parte nuestra, porque es un elemento donde “a confesión de parte, relevo de pruebas”. Se pudo probar que él viajaba a la Argentina en la época de los traslados…

 

C.R. – Él lo reconoce en el libro.

 

L.G. – Lo reconoce en el libro, pero además por los testimonios de sobrevivientes en Uruguay del grupo G.A.U., precisamente el grupo al que perteneció este embajador en Italia…, esas cosas que a uno es una patada al hígado… En los hechos, lo que sucedió entonces es que existió una grave negligencia por parte del embajador. Yo creo que correspondería que él viniera con la renuncia abajo del brazo, porque en estos casos creo que la persona, más allá del error, más allá de cómo se puede sentir uno, pero por el tipo de error uno tiene que irse solito para su casa. Yo no me he podido reunir todavía con mis clientes porque yo me reuní con el canciller el viernes 2 de mayo, y nos estaremos reuniendo el próximo martes con los familiares para determinar los pasos a seguir.

 

F.G. – Pero, Oscar, omitiendo datos para no darla servida, ¿es posible que Tróccoli venga extraditado a Uruguay?

 

L.G. – Estoy trabajando, o sea…, estoy trabajando.

 

F.G. – O sea que es posible.

 

L.G. – Estoy trabajando. Dejémosle comer pizza por ahora allá. Quiero ser claro: hay un comentario que leí de la fiscal Guianze que tiene absoluta razón, o sea…, no fue juzgado en Italia. Simplemente lo que sucede es que por el tratado vigente no puede volver a ser extraditado por la misma causa. Se va a tener que quedar en Italia. Incluso en la frontera va a ser nuevamente detenido por Interpol. Esto es muy claro también. El pedido de captura es un pedido mundial. Está en Italia, se le captura, la extradición llega fuera de plazo. Y quiero volver a un tema que me parece importante porque en algún momento se habló, por eso es que cuando yo voy por el juzgado el día martes, que es cuando el Dr. Charles terminaba el turno, la primera versión de prensa fue que el pedido de extradición había venido incompleto. Recuerdo que inmediatamente hicimos una declaración diciendo: bueno, yo quiero saber si vino incompleto. Porque el pedido de extradición fueron seiscientas hojas con todos los fundamentos que permitirían no sólo la extradición sino que quedaría demostrada la responsabilidad de esta persona. Y decir que el pedido de extradición era incompleto significaba endilgarle la responsabilidad al Dr. Charles. Y quiero dejarlo muy claro, y los hechos ya lo están demostrando: el pedido de extradición fue completo desde el Uruguay, y salió del juzgado más de cuarenta días antes de que venciera el plazo. Esa es la ineficiencia a la que yo me refiero. Y resulta que esto llega diez días después. Pero lo más increíble es cómo llega, porque esto no lo hemos mencionado y es importante para dar una noticia exacta. La embajada en Italia, mediante nota firmada por el embajador, fecha la nota 25 de marzo. La fecha de la carta del embajador diciendo que viene a adjuntar el pedido de extradición, está fechada en Roma el 25 de marzo, cuando ya había vencido el plazo. El día que hizo la carta ya había vencido el plazo. Y esto ingresa en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia el día 31 de marzo.

 

F.G. – ¿Se sabe qué ha dicho el embajador Carlos Abín respecto de este… olvido?

 

L.G. – No. Yo no me he contactado con él. Espero además tener una entrevista oficial en Cancillería. Se habló que posiblemente sea el 12 o el 13 de mayo. Así que con gusto estaremos informando al respecto. Muchas gracias por haberme permitido dar con lujo de detalles lo que fue la entrevista con el canciller y encuadrar los hechos para evitar todo tipo de rumores o manipulación. Lo que realmente sucedió es lo que les acabo de comentar.

 

 

 

 

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